sábado, 21 de noviembre de 2009

EL SUEÑO

Martín vivía en una casa muy grande, tenían un jardín con muchas flores de colores, tenía una piscina y un lago con patos.
Martín era alto, regordete con ojos azules y nariz chatilla, siempre vestía con una camiseta de color amarillo y pantalones vaqueros. La madre de Martín se llamaba Mónica, era alta, delgada, con ojos de color marrón, nariz de punta, y vestía con una camiseta de color marrón, una falda vaquera y siempre iba con unas botas de color marrón y un bolso de color negro.
Una mañana su madre le dio de desayunar a Martín cereales y un poco de leche, Mónica no se dio cuenta que la leche ya había caducado. Martín se fue al colegio, era grande, tenía muchos niños, tenía césped, una pista donde había dos porterías y cuatro canastas... Entró a clase y le dijeron todos los compañeros uno por uno:
-Martín hoy estás muy colorado, ¿qué te ha pasado?...
Así todo el rato. Cuando salió del colegio, Martín salió muy preocupado, si era verdad o mentira. Cuando llegó a casa le preguntó a su madre:
-¿mamá, es verdad que estoy colorado?- Dijo Martín.
-Es que todos mis compañeros me han dicho que estoy colorado.
Dijo la madre muy extrañada:
-Es verdad Martín, estas muy colorado.
Mónica le dijo a Martín:
-Esperemos hasta mañana.
Martín cenó y se acostó. Al día siguiente, Martín estornudó y echó fuego por la boca, se había convertido en un dragón. Cuando su madre fue a despertarle dijo:
-¡Martín eres un dragón!
Y dijo Martín:
-Sí, es verdad.
Mónica dijo:
-Te llevaremos al médico antes de ir al colegio.
Mónica le llevó al médico. La doctora le preguntó a Martín:
-¿Qué te pasa Martín?.
Dijo la doctora, Martín contestó:
-Que ayer por la mañana desayuné y al cabo de diez minutos me puse colorado, hoy al levantarme era un dragón cuando he estornudado he soltado fuego. La doctora dijo:
-Martín hay que mirar siempre la fecha de caducidad de la leche y de todas las cosas. Y si están pasadas, hay que tirarlas.
Martín dijo:
-¡Vale!.
La doctora le recetó unas pastillas. Cuando llegaron a casa se las tomó. A la mañana siguiente, Mónica llamó a Martín y le llevó al colegio. Martín a la hora del patio contó a sus compañeros el sueño tan horrible que había tenido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario